Sentido y Propósito del área de Pastoral y Formación
El camino que seguimos para implementar un área de Pastoral y Formación, acorde con nuestra espiritualidad, se fundamenta en: el Magisterio de la Iglesia y los principios de la Educación Católica; las Constituciones y documentos congregacionales; el Ideario Educativo; el Carisma de María Ward, y los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.
Nuestras experiencias de formación vinculadas a esta área[1], buscan suscitar en las personas, experiencias fundantes de Dios, que les permitan reflexionar y discernir, conocerse y aceptarse, valorarse y amarse y, en último término, alcanzar la gracia de la vida plena. Estas experiencias deben ser un acercamiento profundo con la realidad, un encuentro con los otros, que confronte estilos de vida, conocimientos e ideas, que provoque cambios e impulse a la acción. En coherencia con el modo de proceder de María Ward, lo esencial para los colegios CJ consiste en la experiencia vital con Dios, pues el carisma y la espiritualidad, son fruto de la obra del espíritu del “Creador” dando, de este modo, una respuesta audaz y esperanzadora a los signos de los tiempos.
En su accionar, esta área, transmite la valoración de la persona humana creada, aceptada y amada por Dios, atentos a las necesidades de otros, abriendo espacios de crecimiento donde cada uno pueda orar, compartir y madurar comunitariamente, ofreciendo un acompañamiento de orientación espiritual y vocacional, generando experiencias que ayuden al logro de metas de desarrollo personal, social y espiritual.
Finalmente, se señala que religiosas y laicos se sienten comprometidos con la formación de la persona, donde todas y todos se involucran, ya que sólo, desde la implicancia global y desde la suma de talentos, es posible transitar desde la superficie a la profundidad. Esto exige un fuerte testimonio de fe que considera la contemplación en la acción y el compromiso con la iglesia y la sociedad.
[1] En el Proyecto Educativo se refiere a Nuestra acción pastoral